1. Cocina sin prisas
Tan importante como lo que introduzcas en tu estómago es cómo lo prepares. Si cocinas siempre con prisa o experimentas estrés por querer que todo salga perfecto la cocina será una experiencia poco neurosaludable. Disfruta de la cocina, aprende cosas nuevas y déjate llevar por el momento.
2. Cuece la pasta “al dente”

La pasta "al dente" tiene un menor índice glucémico que la pasta sobre cocida. Cocinando la pasta al punto evitarás el exceso de azúcar y equilibrarás el aporte de energía consiguiendo un "tono mental" más equilibrado.
3. Evita las conservas
Las comida en conserva, especialmente la enlatada contiene altos índices de conservantes que pueden acelerar procesos inflamatorios en el cerebro asociados a alteraciones en el estado de ánimo como la depresión y enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
4. Cocina con poca sal
La sal contribuye a subir la presión arterial (uno de los factores de riesgo de ICTUS), pero también está asociada a procesos inflamatorios cerebrales que pueden aparecer en Alzheimer y depresión. Comer con poca sal puede ayudarte a sentirte mejor y reducir tu riesgo de sufrir enfermedades cerebrovasculares.
5.
Pide cortes de carne magra en la carnicería
Las grasas animales son un factor que contribuye a la acumulación de colesterol, uno de los factores de riesgo de enfermedades cerebro vasculares.
6.
Escurre el exceso de grasa
La grasa proveniente de los alimentos de origen animal, como quesos o la proveniente de fritos a gran temperatura puede contribuir al colapso de tus arterias cerebrales. Además la pesadez de la digestión provocada por este tipo de grasas puede interferir en tu rendimiento intelectual durante las horas posteriores a la comida.
7. Cocina las cantidades justas
Preparar la cantidad justa de alimentos es una buena estrategia para evitar introducir exceso de grasas, calorías, conservantes, colorantes y azúcar en nuestro cerebro. Algunos estudios sugieren que restringir el consumo de calorías diarias en un 20% puede alargar la vida útil de tu cerebro. Todavía no hay nada demostrado, pero parece que comer menos es sinónimo de cuidar mejor tu cerebro.
8. Evita alimentos fritos a altas temperaturas
Las altas temperaturas cambian la composición molecular del aceite haciendo que hasta el aceite más refinado se "sature" y contribuya a colapsar las arterias que riegan tu cerebro. Reduce el consumo de alimentos fritos a alta temperatura (especialmente los fritos de restaurantes y cafeterías).
9. Busca sustitutos Neurosaludables
Tu cerebro puede recibir nutrientes de muchas fuentes, pero casi siempre hay alternativas más saludables para cuidar tu ánimo o proteger tu mente frente al paso del tiempo. Cambiar harinas blancas por integrales, carne roja por carne blanca, dar prioridad al pescado, o cambiar hortalizas blancas por hortalizas naranjas pueden ser algunos trucos sencillos para mejorar la forma en la que alimentas tu cerebro.10.
Lava bien las frutas y verduras

Información muy útil, que hemos de poner todos en práctica.........
ResponderEliminarUn abrazo
Yo les preparo a mis hijos salmón al horno muy frecuentemente porque es una comida muy saludable y rica.
ResponderEliminarPor tanto una buena dieta vegana es una muy buena idea para tu cuerpo y mente. Salud!
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