lunes, 26 de agosto de 2013

Principios de una nutrición saludable para el cerebro

1. Ralentizar la oxidación cerebral















 El principal mecanismo de envejecimiento cerebral es la oxidación. Todas las células de tu cuerpo se oxidan con el paso del tiempo, principalmente por el efecto de los radicales libres en tus neuronas. Conservar un cerebro joven implica prevenir esa oxidación cerebral y son dos las estrategias que podemos utilizar. En primer lugar debemos evitar introducir en nuestra dieta alimentos que promueven la oxidación. En este sentido los alimentos ricos en purinas (como la carne roja, especialmente la de vaca o la de cerdo; y los concentrados de caldo de carne) deberían estar limitados en la dieta a un par de veces a la semana. Las proteínas que aportan las carnes las podemos obtener del pescado, carnes blancas, de legumbres, cereales o soja). La segunda alternativa, aunque mucho menos eficaz es incorporar antioxidantes a nuestra dieta, pero sin duda los expertos lo tienen claro..los antioxidantes no solucionan el problema, sino que debemos restringir los nutrientes que oxidan el cerebro.

2. Evitar la inflamación cerebral
















Tanto en el Alzheimer como en la depresión suelen aparecer procesos inflamatorios en el cerebro. En un primer momento la inflamación puede ayudar, pero cuando se cronifica sus efectos parecen contribuir más que disminuir el problema. Una dieta que promueve la Salud Cerebral debería prevenir esa inflamación incorporando alimentos que la combaten. Abuindante hidratación, verduras de hoja verde, como berros, rúcula, lechuga y evitar alimentos en coserva.

3. Aportar grasas saludables















El 60% de nuestro cerebro es materia grasa, así que incorporar grasas a nuestra dieta es fundamental. Sin embargo, debemos prevenir la ingesta de grasas saturadas y grasas trans que son muy perjudiciales para nuestro sistema cerebrovascular y pueden promover la aparición de ICTUS, depresión, ansiedad e incluso Alzheimer e intentar incorporar grasas saludables como la del aceite de oliva, algunas frutas como el aguacate, frutos secos (especialemente las nueces y almendras) y el pescado (en especial el pescado azul).

4. Prevenir las obstrucciones cerebrovasculares
Los Ictus son la principal causa de muerte entre mujeres y la segunda entre hombres. Un sistema cardiovascular sano puede ayudarte a prevenir estas lesiones, así como reducir tu riesgo de sufrir Alzheimer. Evitar alimentos ricos en colesterol. grasas saturadas, y eliminar el tabaco pueden ayudarte y mucho a conservar un sistema de riego eficaz para tu cerebro.

5. Neurotransmisores positivos
Los neurotransmisores son la base de que nuestras emociones positivas fluyan de manera eficaz a lo largo de toda la vida. Para asegurar que los neurotransmisores funcionen correctamente es importante incorporar suficientes micronutrientes, especialmente vitaminas. Por eso las frutas y las verduras deben ser la base de nuestra dieta.

6. Alimentos crudos
Tomar alimentos crudos puede ser una buena estrategia para cuidar tu cerebro. Los alimentos crudos (hablamos de frutas y verduras principalmente) aportan fibra, son depurativos, tienen un menor índice glucémico y sobre todo conservan mejor todas sus vitaminas. Además, los alimentos crudos sacian más y nos permiten comer menos... En este sentido algunos estudios prometedores sugieren que comer menos (restricción calórica) puede ayudar a retrasar el envejecimiento cerebral y mejorar el estado de ánimo.


















7. Aportar energía inteligente
Algunos alimentos contienen una gran cantidad de azúcares o carbohidratos de rápida absorción por lo que nos hacen sentir bien y nos dan un subidón de energía. Sin embargo estos efectos pasan rápido y pasada una hora nuestros niveles de concentración y energía pueden disminuir de manera rápida. Además el exceso de azucar es perjudicial para el sistema cerebrovascular. Por ello es importante elegir alimentos que nos aporten energía inteligente, es decir energía de larga duración. Una dieta que incluye harinas integrales, alimentos de lenta absorción nos va a permitir mantener un estado de concentración, y energía emocional regular a lo largo de todo el día, por lo que contribuye a una mente y espíritu más equilibrado.

8. Hidratar la mente
Nuestro cerebro está compuesto en su gran mayoría por agua. Por eso deberíamos beber entre dos y tres litros de agua al día. Un cerebro deshidratado piensa peor, se concentra peor y puede experimentar dolores de cabeza, frustración e irritabildiad. Además el aporte abundante de líquidos ayuda a proporcionar un buen riego sanguíneo a tu cerebro.

9. Cocina tradicional

















La dieta mediterránea ha demostrado tener efectos beneficiosos sobre el cerebro, y protegerlo frente al paso del tiempo y sus enfermedades. Cuando cocinamos de una manera tradicional, elegimos alimentos más sanos y los preparamos mejor. Además cocinar y comer de manera tradicional implica comer acompañado y tener una buena conversación algo fundamental en el cuidado de tu cerebro.


















10. Alimentos protectores

Hay ciertos alimentos que pueden ayudarte a retrasar el envejecimiento cerebral, así como prevenir sus enfermedades, el deterioro cognitivo o el desánimo. Una copa de vino tinto, el curry, algunos antioxidantes, o las fuentes de Omega 3 pueden ser poderosos aliados en el cuidado de tu cerebro. Visita nuestras recetas y aprende a cuidar tu cerebro cocinando.

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